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La prioridad
de nuestra entidad es mejorar la calidad de la enseñanza,
analizando aquellos elementos y relaciones que intervienen en
una situación determinada de aprendizaje, para poder elaborar
estrategias mediante las cuales se pueda prevenir o tratar una
situación de fracaso. Por tanto la atención va dirigida
a todas aquellos a los que implica, alumnos, padres, profesionales
de la educación y centres escolares. Es decir, que trabajamos
no sólo directamente con niños, o adultos, sino
también con instituciones, ya que en la actualidad el fracaso
escolar es una problemática que afecta y la sufre toda
la comunidad.
Pera conseguir este objetivo trabajamos con un engranaje de tres
piezas: educación, análisis y arte, de las cuales somos
especialistas. Decimos que es un engranaje, porque será
el entramado, el juego de las tres disciplinas a la vez, en un
mismo tiempo, lo que permitirá transformar las situaciones
vividas como fracaso en situaciones de éxito, o como mínimo,
en situaciones provechosas pera quien las vive.
Por si solas, cada una de éstas disciplinas, educación,
análisis y arte, son muy valorables y aportan una mejora
cualitativa en la problemática del fracaso escolar, pero
"el invento" está en dejarlas incidir en un mismo
nudo, sin exclusiones una de de otra, sino permitir que se relacionen
entre ellas, que se alteren, que interaccionan, que se modifiquen,
sin perder su esencia y a su vez formen una de nueva, Tangram;
en lugar de tener un "delta de cinco brazos" (como bien
escribe Octavio Paz), en este caso, trabajaremos con uno de tres
brazos, pero no por ello dejaremos de tener un delta.
Dada la situación
actual, los profesionales de este campo están desatendidos
y no tienen donde verter las problemáticas que sufren cotidianamente,
lo que acaba repercutiendo tanto en la docencia como en el malestar
personal. El análisis permite explorar la situación real,
la de hoy, donde el fracaso escolar no sólo pertenece a
la sociedad desprotegida o marginada, sino que se sitúa
en todas las aulas y escuelas; ver que entresijo de relaciones
está fomentando la situación de desánimo,
tanto en el quehacer personal como en las vías institucionales;
el arte da una vía de salida lateral a aquello que hace
sufrir, por su poder de transformación y lo convierte en
un producto satisfactorio para uno mismo y para los otros, en
este caso para mejorar la realidad que "sufrimos" en
las escuelas e institutos.
Los padres
y madres están desorientados en su función, sólo
cuentan con el modelo de sus propios padres, y éste no
sirve en la situación actual. A menudo los problemas escolares
de los hijos alteran el bienestar familiar y el día a día
se acaba convirtiendo en un continuo de discusiones y peleas.
El desánimo ante las estrategias, poco rentables, de los
castigos, las amenazas y los refuerzos, les hace tirar la toalla
y someterse a una realidad que creen inamovible. A menudo el fracaso
se va infiltrando por escollos invisibles para ellos, pero fácilmente
detectables para un profesional; el análisis permite conversar
de estos hechos y desentrañar cuales son realmente los
puntos del conflicto, pues la mayoría de las veces los
verdaderos motivos se deslizan sin hacer ruido, y solamente son
audibles por un experto. La comprensión de lo que está
ocurriendo, da la posibilidad de posicionarse de forma diferente,
da una nova mirada ante la situación, ello facilitará
el establecimiento de nuevas relaciones familiares, ventajosas
para todos los participantes, y producirá como beneficio
secundario, un mejor rendimiento escolar de los hijos.
Los chicos
y chicas de hoy, desde el punto de vista social, sufren de un
exceso de comodidad, desgana, falta de interés, falta de
educación
Pero el que mas preocupa es ver que muchos de
ellos están insatisfechos y sufren, aunque la coraza sea
la de "pasota". Es necesario conocer la infancia y la
adolescencia, para poder trabajar con esta materia, para formarla.
Formarse, significa adquirir forma, se asemeja al arte, dar forma,
adentrarse en la forma; seria como la plastilina, adquiero una
forma, después tomo otra, me formo y me deformo, pero la
substancia, la materia persiste, la cualidad de la materia se
mantiene, si bien puede adoptar las formas mas diversas.
El trabajo con los alumnos pasa por aquí, en construir un puente
entre sus posibilidades e imposibilidades, y la realidad que quiere
la sociedad, los padres, para él, si se consigue tenemos
el éxito escolar. Es en este punto donde interviene el
arte, no como recurso divertido en los aprendizajes, o en la vida,
sino en su concepción de "trans-formación". Consideramos
un buen artista aquél que domina la materia, aquél
que conoce sus posibilidades y las trabaja, las hace surgir para
los otros, es entonces cuando admiramos al artista y su obra.
En Tangram somos artistas, somos los que conocemos la materia
escolar para formarla, para convertirla en adulto. Todos conocemos
lo absurdo de algunos aprendizajes y en cambio insistimos en ellos
hasta llevar al alumno al desconcierto y al aburrimiento. Todos
sabemos que cada niño tiene unas posibilidades diferentes,
en cambio insistimos en que todos formen la misma figura y sirvan
para lo mismo.
Sin
lugar a duda,
el fracaso escolar no puede quedar recluido en el ámbito
familiar y escolar, ya que es una problemática situada
en el margen de les expectativas sociales y es desde ella desde
la que es necesario dar respuesta; es el espacio que se deslinda
entre lo que hay y lo que desearíamos. Para reducir este
tramo debemos conocer bien el inicio del camino y hacia donde
nos dirigimos, así como las estrategias a utilizar para poder
llevar a buen termino nuestro objetivo.
Para resolver la problemática social, hay que incidir directamente
en las diversas instituciones sociales, plantearse donde estamos,
que futuro queremos pera nuestros niños y jóvenes,
analizar los mensajes que transmitimos sin darnos cuenta, como
jugamos el papel de adultos, transformar y aplicar las estrategias
y recursos que tenemos de la manera mas dinámica, económica
y topológica posible.
En esto consiste la función de Tangram, en ser el conocedor de
la materia y de sus posibilidades de transformación. Si
queremos iniciar algún camino hacia el éxito escolar,
deberíamos tomar la infancia, los alumnos, los padres,
los educadores, la institución escolar y la sociedad como materia.
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