"El inconsciente"
A menudo se piensa que el
psicoanálisis está "superado", que es un método
largo, penoso, caro y sin resultados. En cambio, todos reconocemos que
en nuestra vida suceden hechos que sin la noción del inconsciente
no se pueden explicar.
Por ejemplo, ¿cómo es que un niño estudia, trabaja,
muestra interés, no es ningún tonto, y en cambio va mal
en los estudios? ¿Cómo es que deseamos profundamente una
cosa y en cambio nos sentimos impotentes de sacarla adelante, es más,
como más lo intentamos más fracasamos?. ¿Qué
pasa pues, es falso el dicho "querer es poder"?.
Me parece que no, pero son situaciones en las que interviene otro deseo,
inconsciente en este caso, que quiere decir que no lo podemos reconocer
por nosotros mismos, que nos lo tienen que decir los demás. Y,
este deseo inconsciente, actúa como fuerza contraria, empuja
des del otro lado y no nos deja llegar a la meta que tanto deseamos.
Es decir, cuando actúan a la vez dos deseos, uno consciente,
que es el que sabemos, y uno inconsciente, que no sabemos, se produce
el síntoma, el malestar.
¿Cómo es pues, que el método que nos puede ayudar
a "saber", lo acusamos de largo, penoso,...? Parece que hace
cierto miedo, parece que a la fantasía de que nos descubran "un
secreto muy bien guardado", se le suma el deseo de "controlarlo
todo", aunque sepamos que es imposible.
Podríamos decir, que más bien el proceso es al revés,
es cuando empezamos a aceptar que nos pasan cosas que no podemos controlar,
que olvidamos cosas sin querer,
que nos salen palabras que no queremos decir, que hacemos cosas que
no queremos hacer, y, en vez de sentir miedo y dedicar nuestros esfuerzos
a ocultarlas, queremos"saber" porqué pasan, es cuando
nos relajamos.
Por eso me parece que es hora de desmentir algunos de estos "prejuicios"
ante el psicoanálisis, pues nada más lejos de la realidad,
y menos en Tangram, donde intervienen los juegos, la pintura, la conversación,
el aprendizaje. El deseo de "saber" es uno de los mayores
tesoros del ser humano, conocerse a uno mismo y lo que le rodea es la
llave para poder vivir de una forma satisfactoria. Dejarse llevar por
este deseo, no tiene nada de penoso, más bien es gratificante
desde el inicio.
Rosa
López Calull
Maestra, psicoanalista y pintora
PUBLICADO
EL MES DE ENERO DE 2004 EN LA REVISTA "RODALÍES"
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